¡Comentad!

Hey chicos, me gustaría que comentaseis porque...
Me gusta saber lo que opináis. Os pensabais que iba a decir lo de: comentad porque un blog se alimenta de los comentarios ¿verdad? :P ¡Pues no!
Ahora enserio, comentad y decidme vuestras opiniones, y así yo me alimentaré de vuestra vitalidad... (Se ríe de forma malvada sin que nadie la mire.)
¡Nos vemos pronto! O Mejor... ¡Me leéis pronto!

domingo, 31 de marzo de 2013

Capítulo 3: Déjame sola (Mara).


“Si un chico te dice que eres guapa no vale mucho; si te dice hermosa cuando te ve recién levantada échale agua porque sigue soñando.”
Esa frase me la dijo mi padre un día cuando tenía 14 años y aún soñaba con los príncipes azules. Nunca supe si lo decía de verdad o solo quería burlarse de mi imaginación, pero en ese momento me hizo reír mucho.

Cuando desperté me encontraba en mi cama tapada con una sábana y al lado de mi cama vi un papel doblado.

Para la princesa más bella del mundo.

Se podía leer sin desdoblar la hoja. Genial, ahora hasta se confunden de habitación. Pensé mientras me disponía a levantarme para darle a mi compañera la nota. Aunque curiosear un poco no le hará daño a nadie. Me dije para convencerme de que podía leer la nota. Al fin y al cabo se ha equivocado él de habitación, no yo.

Primero deberías comer algo o te volverás a desmayar, y ni tú ni yo queremos que eso ocurra ¿verdad?

Las memorias, de lo que parecía una eternidad, volvieron de repente. Me levanté de sopetón y vi pétalos de flores que unían mi fea cama gris con la blanca puerta. Los seguí y después de salir de la habitación me guiaron hacia la cocina. Le hice caso a la nota y desayuné. Cuando fui a colocar los platos en el lavavajillas vi otra nota.

Ahora deberías ir ha ponerte cómoda.

Me dirigí a mi cuarto y me puse un chándal rojo el cual era mi favorito. En una de las perchas vi otra nota.

Por último asegúrate de coger las llaves antes de salir, y que tengas un buen día, cuando tengas problemas llámame; mi número lo tienes en el móvil.

¿Ya está? Es decir, no hay ninguna otra nota. ¿Se ha acabado tan rápido? Pensé. No podía negar que era de las chicas a las que le gustaban los juegos románticos, así que me entristecía que éste ya se hubiese acabado.
Miré la hora en el reloj de la habitación y me puse nerviosa, me cambié la parte de arriba del chándal y salí corriendo hacia el trabajo. Con mucha suerte llegaré justo a tiempo. Pensé mientras bajaba las escaleras a trompicones.
-Ahhhh.-Grité cuando me tropecé con mi propio pié y me vi en el suelo.
-Deberías de tener cuidado-dijo la voz de la persona que me sujetó,-no vaya a ser que te hagas daño, princesa.
-Graci…-empecé a decir hasta que vi la cara del jefe de los que me habían secuestrado, el dueño de los ojos lapislázuli.- ¿Vuelves a intentar terminar lo que te impidieron esta mañana?
Está subido en una moto negra y lleva un casco colgado del brazo
-Así me gusta, princesita, tú siempre tan mordaz.
-Déjame en paz ¿quieres?-Le digo mientras echo a correr en dirección al trabajo.
-¿Intentas huir de mí corriendo?
-¿Me ves lo suficientemente estúpida para hacerlo?-Le pregunto mientras le miro levantando una ceja.
-No, mi princesita nunca haría eso.
-No soy una princesa y no soy tuya.
-Aún.-Escucho que murmura. Sigue conduciendo a mi velocidad.- ¿A dónde vas?
-No te interesa.
-Y yo que pensaba ofrecerme a llevarte.-Para la moto.
-Está bien.-Le indico la dirección mientras me subo detrás de él.-Y ve rápido que llego tarde.
-Por supuesto.-Le da gas a la moto pero antes de salir disparados se da cuenta de mi mano.- ¿Qué quieres?
-El casco.-Le reclamo.
-No te creas tan importante, el casco no se lo dejo a las chicas hasta la quinta cita.
Me río, pero él me obliga a abrazarle fuerte cuando empieza a conducir como un loco. Noto sus abdominales al agarrarme a él, su cuerpo es lo suficiente grande como para que me proteja del viento.
El viento me revuelve el pelo y la adrenalina sube por mis venas. Llegamos al restaurante familiar dónde trabajo más rápido de lo que me hubiera gustado.
-Gracias por traerme.-Le digo mientras me bajo.-Y espero que no vuelvas por aquí nunca más.-No le doy tiempo para que conteste. Salgo corriendo hacia el restaurante…

viernes, 29 de marzo de 2013

Capítulo 2: Sin saber nada (Maravilla).

"Si estas en problemas se amable y te ayudarán."
Esa frase me la dijo mi madre un día cuando le pedí de malas maneras que me ayudara a arreglar una pulsera a la que le tenía mucho aprecio.
Cuando volví en mí no veía nada, todo estaba oscuro y sentía un gran dolor en la cabeza. No recordaba nada de lo que había pasado. Estaba en blanco.
-Por fin despiertas.-Escuché una melodiosa voz. Me giré solo para encontrarme con unos ojos verdes con tonos de caramelo.-Me asusté cuando vi que no te levantabas ¿te encuentras bien?
-Eh... ¿Podrías hablar más bajo? Es que me duele la cabeza. Y... ¿quién eres?-Me rasqué la ceja.
-Ah... Eh...-murmuró.-¿No te acuerdas de nada?
-No.
-¿Ni de tu nombre?-Negué con la cabeza, lo que hice que me doliera más la cabeza y él hizo que me recostara de nuevo.-Te llamas Maravilla, aunque prefieres que te llamen Mara.
-¿Puede ser que tu seas mi... novio?
-¿Yo?-En la oscuridad de la habitación noté como se sorprendía.
-Sí, como estabas tan preocupado cuando me he despertado.-Evité mover la cabeza al decirlo. No dejé que dijera nada y lo abordé con otra pregunta.-¿Qué es lo que me ha pasado?
-Tuviste un accidente con una moto, cruzaste en rojo y entonces...
-Jefe...-Gritó alguien a través de la puerta. Mi acompañante se levantó de la silla y abrió la puerta para espetarle a quien fuera que hubiese gritado:
-Os he dicho que no me molestéis.
-Pero es que vienen a vengarse.-Mi acompañante se giró hacia mí y vi como su rostro estaba lleno de heridas.
-Será mejor que no te muevas, ahora mismo vuelvo.-Vi como salía por la puerta y cerraba la puerta con cuidado de causar el menor ruido posible.
Vamos a ver si me aclaro, he tenido un accidente de moto y ahora no recuerdo nada, solo sé que me duele mucho la cabeza y que tengo un novio que se preocupa por mí y es muy considerado, aunque parece peligroso. Tanto razonar hizo que me doliera aún más la cabeza, así que lo dejé. Cerré los ojos y escuché el silencio absoluto que me rodeaba.
Odio el silencio, eso lo sé. Tampoco me gusta no poder hacer nada. 
-Esto es muy aburrido, muy, muy, muy aburrido.-Empecé a canturrear mientras movía los dedos de las manos para hacer algo.
No sé cuanto tiempo pasé así, pero cuando apareció al que llamaban jefe me alegré; y aún más al ver que llevaba un plato lleno de sopa humeante.
-Siento haberte dejado sola.-Me dijo mientras dejaba la sopa en una mesa cercana a la cama.
-No pasa nada, pero ¿podrías encender la luz?-Le pregunté amablemente, me moría de ganas de ver su rostro completo y no solo una pequeña porción como había ocurrido cuando había entrado en la habitación.
-No creo que sea buena idea.
-¿Por qué?
-Porque podrías asustarte de lo que hay aquí.
Me tomé a broma lo que acababa de decir, pero no le volví a pedir que encendiera la luz.
-Supongo que tendrás hambre.-Me dijo mientras se sentaba a un lado de la cama.
-Sí.
Me ayudó a incorporarme y empezó a darme la sopa como a una niña. Vale, ya se que no me gusta estar enferma, ni que me traten como una niña.
-Gracias.-Le agradecí que se preocupara por mí y que me tratara tan bien, aunque no estaba segura de si me habría entendido.
-¿Aún sigues sin recordar nada?-Me preguntó mientras dejaba el plato, ya vacío, sobre la mesita.
-Así es, pero ya he averiguado varias cosas.-Le conté mis descubrimientos mientras él hacía que me volviera a recostar y hacía lo mismo a mi lado.-Ahora solo tengo que empezar a recuperar mi memoria.
-O crear nuevos recuerdos.-Metió su brazo bajo mi cabeza para que lo usara como almohada.
-Sí, crear nuevos recuerdos.-Estuve de acuerdo mientras me acurrucaba a su lado como si fuera algo normal....

jueves, 28 de marzo de 2013

Capítulo 1: Sonríe siempre (Mara).

"Sonríe siempre, pase lo que pase, y así cosas buenas te ocurrirán."
Esas fueron las últimas palabras de mi abuela antes de irse para no volver. Siempre las cumplí aunque me sintiera la persona más desdichada del planeta, porque confiaba en lo que mi abuela me había dicho; hasta hoy.
Si sonrío no me pasará nada malo ¿verdad? Eso es lo que me dijiste, pero ¿por qué me está pasando esto a mí?
En esos momentos me encontraba en un coche desconocido y, por si fuera poco, me encontraba secuestrada.
-¿Por qué narices me habéis escogido a mí?-Grito mientras intento que los dos tipos de negro que me sujetan, en la parte trasera del coche, me suelten.
-Haced que se calle de una vez.-Les dice el conductor y acto seguido alguien me pega un codazo en el estómago; que hace que pierda la fuerza suficiente como para que alguien sea capaz de ponerme un trapo en la cara que me lleva hasta la oscuridad del sueño...

Me despierto entre gritos y en la oscuridad más completa.
-¿Quién os ha mandado a secuestrarla?-Grita uno haciendo que las demás voces se apaguen enseguida.
-Pero... pero señor, nos dijeron...-La voz se calla rápidamente.
-Señor, parece que la chica ya se ha despertado.-Hazte la dormida. Me grito interiormente mientras cierro lo ojos rápidamente.
Escucho como se abre una puerta muy cerca a mí y unos brazos me cogen. Este es mi final. Pienso mientras controlo mi respiración para que no se note que estoy despierta.
-Eres buena actriz.-Me dice una voz al oído mientras me colocan en algo blandito como... ¡¿Una cama?! Abro los ojos sobresaltada y lo primero que veo son unos ojos lapislázuli que me miran fijamente.
Calculo mis posibilidades de escapar y son menores a 0.1% si tenemos en cuenta que el dueño de esos ojos está en forma y hay unos diez matones tapando ambas puertas, una que supongo que es de salida y otra es la que da a la habitación en la que me encontraba al despertar. Además no sé cuan lejos estamos de la civilización.
Lo miro con desconfianza durante más tiempo del necesario, para que entienda el mensaje, y después hago lo mismo con los que están en las puertas. Parece que entiende lo que pienso porque dice:
-Chicos fuera, ya.-Mientras me sigue examinando. Todos le obedecen sin replicar.-He de disculparme en nombre de mis chicos. Lo siento.
Se sienta en la cama junto a mí y yo me alejo como acto reflejo.
-No tengas miedo.
-Seguro que se lo dices a muchas.- Si me va a violar y después a matar ¿por qué asegurarme de que muero destrozando su ego?- O mejor dicho, se lo dices a todas a las que secuestras para satisfacer tus necesidades porque no lo puedes hacer del modo convencional.
-Vaya, vaya, parece que tienes una lengua mordaz.-Se ríe.
-Y por si fuera poco no entiendes lo que quiero decir.
-Si te he entendido, cariño.
-¡Puaj! ¡Por favor! No me llames así, preferiría morir sin que mis oídos estén corroídos.-Me alejo un poco más.
-Puede que mis chicos hayan hecho bien trayéndote. Eres bastante divertida...-Escuchamos un ruido sordo que viene del exterior y él se incorpora rápidamente.-Quédate cerca de mí o no podré protegerte.-Dice poniendo una pose que indica que intenta proteger lo que se encuentra detrás suya, es decir, yo.
-¿Para poder violarme viendo mi hermoso rostro torturado?-Murmuro mientras me incorporo en la cama y me doy cuenta de que no llevo zapatos, pero le resto importancia.-Ni hablar.
Es justo cuando salto de la cama cuando escucho como se abre una de las dos puertas. Por ella entran varios tíos que no había visto antes.
-Así que esa es la que se supone que es mi novia ¿no?-Dice el que parece el mandamás de los que han entrado, va subido en una moto roja y negra.-La verdad es que no me importaría que lo fuera.-Veo como me mira con picardía.
-Calla ya y pelea.-Grita el jefe de mis secuestradores.
-¡JJ cuidado!-Y veo como el que tiene intención de "protegerme" esquiva a uno de los del otro bando.
Aprovecha y escapa. Me grita mi cerebro y le hago caso. Me pego a la pared y resulto casi invisible. Me voy deslizando poco a poco hasta la salida mientras que alrededor se desarrolla un infierno.
Salgo del recinto para descubrir que me encuentro a 15 Km de la población más cercana por lo que salgo corriendo y me escondo en el bosque que rodea al almacén del que he salido.
Al principio corro hacia la civilización, pero empiezo a reducir el ritmo conforme me voy cansando hasta que caigo de rodillas sin poder levantarme. Noto como el no haber desayunado me pasa factura. Ahora moriré y llegaré a tu lado. Es lo que pienso mientras se nublan mis ojos, los cierro y dejo que mi pesado cuerpo caiga hasta el suelo.
-Te dije que te quedaras a mi lado.-Es lo último que escucho antes de desmayarme por segunda vez ese mismo día.
   

miércoles, 27 de marzo de 2013

Capítulo 2: El segundo factor de mi elección.

Veinte años atrás.
Me dirigía corriendo hacia la universidad porque me había quedado durmiendo, cuando alguien me llamó.
-Julia.-Me detuve de inmediato al reconocer la voz.Me giré y lo vi sentado en uno de los bancos.
-¿Rodrigo?-Estaba muy sorprendida de verlo allí.-¿Qué haces aquí? ¿No te mudaste a Salamanca?
-Eso fue hace cinco años, además te prometí que volvería. Así que... ya he vuelto.-No me había dado cuenta de que me había ido acercando a él hasta que lo tuve al lado.
-Me alegro de verte.-Le eché los brazos al cuello y lo abracé muy fuerte.-Te he echado de menos.
-Yo también monito.-Me dijo mientras me devolvía el abrazo.-Pero si no me sueltas me vas a ahogar.
-Ups lo siento.-Dije soltándole el cuello. Se rió.-¿Y cómo has estado?
-Bien, ahora mismo me estoy sacando un grado superior.
-¿De qué?
-De diseño y producción editorial.
-Ya veo...-dije pensativa.- Para poder producir tu libro por ti mismo ¿no?-Le dí un pequeño codazo.
-No, ese  sueño lo abandoné.
-Pero... estaba convencida de que era tu sueño.
-Y lo es, pero... tuve que ser realista y dejar que mi sueño se esfumara.-Dijo triste.-Nunca podría escribir ninguna historia lo suficientemente buena como para que sea publicada.
-Eso no es cierto, lo que pasa que es que tienes miedo. Miedo a que te digan que tus historias no son buenas, o peor aún, miedo a que tus historias triunfen.-Lo había visto en sus ojos, por suerte el siempre había sido transparente para mí.
-Eso no es cierto...
-Lo es y lo sabes.-Seguí mirándole a los ojos hasta que él tuvo que apartar la mirada.
-Desde luego no me esperaba que nuestro encuentro fuese así. Tengo que admitir que sabes como quitarle la emoción a un reencuentro, vas a tener que enseñarme para cuando vea a mis padres.-Se rió de su broma.
-No es gracioso y si me disculpas, voy a llegar tarde a clase. Toma mi número y hablamos en otro momento.-Le dí un papel con mi móvil y salí corriendo hacia la clase a la que sabía que ya no sería capaz de llegar a tiempo.

Actualidad.

-¿Por qué te enfadaste tanto con Rodrigo tita?-Le preguntó Paula a la narradora de la historia. La pequeña se hallaba se sentada en el regazo de su tía.
-Porque sabía que su sueño era ser escritor y me molestaba que se hubiera rendido por miedo.
-¿Y Rodrigo se enfadó contigo?
-No, él siempre ha sido muy comprensivo, así que no se enfadó.
-A ti te gustaba Rodrigo ¿verdad?
La mujer se sorprendió de la agudeza de sus sobrina y le sonrió como única respuesta.
El que Rodrigo hubiese aparecido de nuevo en su vida había sido un factor que la instó a convertirse en escritora...


martes, 26 de marzo de 2013

Capítulo 3: Su llegada (ella).

Cuando lo viste en la puerta vi como lo miraste, era casi como si quisieras desintegrarlo con la mirada.
-¿Qué haces aquí?-Le preguntaste haciendo que tu sedosa voz sonase llena de rencor. He de reconocer que en ese momento me atravesó un escalofrío de miedo.
-Vengo a vivir contigo.-Él te miró como si lo que había dicho fuera algo peor que la muerte.
-¿Y tus padres?
-Se han largado.
Os retasteis silenciosamente, con la mirada. Fue entonces cuando algo en tu mirada cambió. Lentamente sacaste la llave del piso y abriste la puerta, pero cuando parecía que tu primo iba a entrar le cerraste la puerta en las narices.
-¿Qué... qué haces?-Pregunté un poco temerosa de tu respuesta.
-No pienso cuidar de él.-Dijiste enfadado.
-Pero... ¿no es él tu primo?
-Sí, ¿y qué?
-Que es de tu misma sangre.
-Eso no significa nada.-Me enfureció tu respuesta.
-Eso es razón más que suficiente para que lo acojas, pero haz lo que quieras; cuando te quedes solo y sin que nadie te quiera no te quejes.
Estaba enfadada y me habría gustado haber podido meterme en mi habitación y cerrar la puerta de un portazo, pero fue entonces cuando me dí cuenta de que no tenía habitación; había estado durmiendo en el sofá desde que llegué, así que me encerré en el baño.

Una hora después.


-Mónica-me llamaste dando golpecitos a la puerta-¿piensas quedarte ahí mucho rato?
-Sí, hasta que no dejes que tu primo se quede.-Repuse sentada en la bañera. No se estaba muy a gusto, pero no pensaba salir hasta que lo hicieses; además aprovechaba y miraba las ofertas de trabajo que ofrecían por el periódico.
-Suerte, porque ahí te vas a tener que quedar durante días.
-No me importa.

Otra hora más.

-Sal ya de una vez.-Dijiste a través de la puerta, noté tu enfado.
-No hasta que tu primo esté dentro.
-Tengo que entrar y no tengo ganas de tonterías.
-Pues deja que tu primo entre.-Dije mientras aún ojeaba el periódico.
Escuché como tus pisadas se movían alrededor de la puerta del baño y minutos después abriste la puerta del apartamento.
-Entra antes de que me arrepienta.-Le dijiste a tu primo.
Abrí la puerta del baño y te dejé entrar.
Tu primo y yo nos quedamos mirándonos fijamente, evaluándonos mutuamente.
-Soy Sergio.-Me ofreció la mano.
-Yo Mónica, encantada.-Te la estreché.
-Igualmente.-Me respondió.
-Más te vale, es por ella que te vas a poder quedar aquí.-Dijiste al salir del baño.
Me echaste una mirada en la que me preguntabas: ¿Estás contenta? 
Y yo asentí presintiendo que él te haría mucho bien.



lunes, 25 de marzo de 2013

Os voy a proponer algo

Hoy os voy a proponer algo para que todos participéis.
¿Qué os parecería aparecer en una de mis historias?
Para que eso se haga realidad solo tenéis que hacer tres cosa:
1ª Pensar en vuestro sueño más deseado.
2ª Escribir un mensaje (si no tenéis cuenta de blogger o no queréis que se vea podéis comentar como un anónimo) diciendo que querríais ser y vuestro nombre (o el nombre que queréis tener en la historia).
3ª Sugerir que os podría pasar en la historia.

Ej: Hola! Me gustaría participar en esta descabellada idea como (Nombre de tu personaje) y yo sería un/a (profesión o lo que sea que queráis ser). En la historia podría pasar que (la descabellada idea que se os ocurra) .
FIN DEL MENSAJE.

Y así todos podrías participar (podéis cambiar el mejas por supuesto).
Y aquí se despide una Loca con ideas descabelladas. ¡Me leéis pronto!

Capítulo 1: El comienzo.


-Ey, Julia.-Me llama una voz.-No sabía que trabajarías en este concurso.
-Ya sabes que cualquier dinero es bien recibido, David.-Contesto sin dejar de preparar los últimos arreglos de las canciones que tengo que ir pasando.-Y no solo voy a trabajar aquí.
-¿Te has apuntado al concurso?-Pregunta sorprendido.
-¿Te has vuelto loco? Yo no canto, pero si que bailo.-Digo mientras señalo al escenario de enfrente, donde al día siguiente será el concurso de baile.
-Vendré a verte.
-¿Piensas que te podrás reír un poco de mí?-Le pregunto levantando las cejas.
-¡David!-Le llaman a gritos desde detrás del escenario.
-Salvado por la llamada.-Dice mientras sale corriendo.
Me coloco los cascos y repaso el orden de las canciones; no puedo cometer ningún error en el orden dado que también me encargaré de entretener al público entre las actuaciones.

A la hora del concurso.

-Damas y caballeros, damos comienzo al noveno concurso de canto de La Manga.- Anuncio por el micrófono.-Por favor den un fuerte aplauso a “Mad boy.”- Me bajo del escenario entre los aplausos que reciben al grupo.
Después de anunciar a cinco grupos más noto un gran ajetreo detrás del escenario.
-¿Qué es lo que pasa?-Le pregunto a David cuando lo veo.
-Parece que el siguiente grupo aún no ha llegado.
-Pues nos lo saltamos y punto.
-No podemos hacer eso.
-¿Por qué?
-Son el grupo de la temporada, es por ellos por lo que han venido tantas personas.
-Pues cambiamos el orden.
-El problema es que ellos son los últimos.
-Pero si yo he tenido que preparar diez canciones.
-Es que ellos iban a cantar cuatro.
-Julia, te toca.-Me dice Carlos, la máxima autoridad en el concurso.-Sal y entretenlos.
-¿Cómo?
-¿No decías que distes clases de canto? Sal y entretenlos cantando.
-Pero eso fue hace mucho tiempo.
-Me da igual, necesitamos ganar tiempo.
-Pero no me sé las canciones.
Mis excusas fueron acalladas cuando me sacaron al escenario y los focos me volvieron a apuntar.
-Y ahora…  “The Crows.”-La gente empieza a aplaudir como loca.-Pero antes, he de comunicarles algo muy importante.-Empiezo a usar mis habilidades de actuación.- Siempre he querido ser cantante, y la primera vez que subí a un escenario les vomité a los caza-talentos, por lo que no me escogieron como la estrella del siglo.-Empiezo a andar por el escenario mentalizándome para lo que voy a hacer a continuación.- ¿No me creen? Entonces se lo demostraré; pero les advierto a los de la primera fila que se alejen un poco, por si acaso.-Me encojo de hombros mientras miro hacia el equipo de música donde encuentro a David toqueteando.
Me da la señal de que la música ya está puesta y yo empiezo a cantar.
La verdad es que no me sé la letra de la canción así que tengo que ir inventándomela.

Después de que Julia cante.

-¿Qué les he parecido? Esos caza-talentos perdieron un gran diamante solo porque les vomité encima ¿verdad?-Escucho a la gente riéndose. Y sigo hablándoles hasta que me anuncian que el grupo ha llegado.-Y ahora, aunque no podrán destacar detrás de mí, os presento a… “The Crows”. Denle un fuerte aplauso.
Salgo del escenario con paso firme, pero cuando me encuentro a cubierto detrás mis piernas no soportan más mi peso y caigo al suelo. Por suerte tengo cuatro canciones para recuperarme.
-Y aquí finaliza este gran concurso. Seguro que están deseando saber quién es el ganador. Pues no, no soy yo.-La gente se ríe.-La próxima vez me tengo que acordar de apuntarme.-Digo colocándome una mano en el pecho como decepcionada. –Bueno, y sin más demora anunciemos a los ganadores. En tercer lugar… “Los Buldogs.” –El grupo mencionado entra en el escenario.-En segundo lugar… “XPlosión.”-El grupo entra.-Y en primer lugar… No, me parece que no os lo voy a decir porque no me habéis votado.-Actúo ofendida.
–¡Dilo!-Escucho a la gente gritar.
-Bueno, pues no los hagamos esperar, “The Crows” subid antes de que os robe el premio.-La gente empezó a aplaudir como loca.
Después de la entrega de premios me puse a pinchar música mientras los demás empezaban a bailar.
-Déjame que me encargue un rato de la música.-Me dice David cuando ya casi dan las doce. Lo miro dudosa.-Cuatro canciones.
-Tres.
-Está bien, ahora ve a divertirte.
Me gustaba que David me tratase como a una hija, dado mi situación actual; aunque de ésta no le había hablado a nadie.
Me metí entre toda la gente y empecé a bailar, aunque sin usar ninguno de mis pasos estrella; no quería desentonar.
Intentaron bailar conmigo tres chicos, pero en cuanto se me acercaron yo me escaqueé hacia la mesa de mezclas, donde había dejado a David.
-No puedes volver tan rápido, aún no han pasado las tres canciones.
-Pero… quiero…
-No me sirven los peros, vuelve a bailar.
-Está bien.
 Cuando volví a la pista de baile al listo de David se le ocurrió cambiar la música a una lenta. ¿Y ahora con quién bailo? Me pregunté.
-Eh...-Me quedé atónita cuando noté las manos de alguien sujetándome para que me cayese. Alguien se había chocado conmigo.
-¿Estás bien?
-Sí, gracias.
Me solté del agarre y miré a mi salvador. Era un tío moreno de unos veinte años que llevaba un traje elegante que destacaba. Vi a varias chicas mirándole y no era precisamente por el traje, además de atento era muy guapo.
-Bueno, yo me voy.
Me escabullí entre la multitud y volví a la mesa de mezclas, donde me quedé hasta que la fiesta terminó. Recogí mis cosas y me aleje directa al pequeño pisito donde vivía.
-Hey guapa.-Escuché la voz ronca de un borracho mientras pasaba por uno de los callejones. Lo ignoré.-Te estoy hablando a ti.-Algo me agarró del brazo.
-Suéltame.-El agarre era demasiado fuerte para mí. No podía soltarme.
-Claro que lo haré, después de conseguir lo que quiero.
¿Qué quiere decir? Abrí los ojos desmesuradamente. ¿No me digas que...? Seguí intentando soltarme, pero no lo conseguí. ¡Que alguien me ayude por favor!


sábado, 23 de marzo de 2013

Capítulo 2: Mi razón para seguir viviendo (ella).

Cuando me encontraste no tenía ganas de seguir viviendo, porque no tenía nada por lo que luchar. 
Cuando me acogiste te lo agradecí, y después de vivir contigo unas semanas te convertiste en mi razón para seguir viviendo.
Nuestra primera cita fue inesperada. La consideré como uno de los encargos de los que me encargaba, solo que esta vez tú vendrías conmigo. En ningún momento pensé que sería... una cita real.
Me invitaste al cine y vimos una película de misterio; que aunque dijiste que la habías elegido por ti, sé que la elegiste pensando en mí. No me engañaste.
"Pronto llegará la navidad..."Dijiste mientras volvíamos a casa.
"Sí..." No tenía ningún buen recuerdo de esas fechas.
Seguimos paseando en silencio hasta que te paraste delante de un escaparate a mirar una colección de libros. Te vi muy ilusionado ante la visión que tenías delante. Después de un rato te decidiste a entrar en la tienda, pero supiste que no tendrías para comprarte la colección completa. Fue entonces cuando me decidí a regalártela.
Tendría que buscar un trabajo, pero no me importaba si conseguía hacerte feliz.
Cuando volvimos a casa nos encontramos una gran sorpresa.
A partir de ese momento tu primo de 16 años viviría con nosotros porque sus padres lo habían abandonado, y no tenía ningún otro familiar que cuidase de él.
Y así mi razón para seguir viviendo volvería a cambiar en poco tiempo.

viernes, 22 de marzo de 2013

Capítulo 1: Lo que alguien me dijo.

-¡Tita, tita!-Dijo una niña que corría por la habitación.
-¿Qué quieres preciosa?-Una mujer de cuarenta años la cogió en brazos.
-Cuéntame por qué te hiciste escritora.
-¿Otra vez?
-Sí-la niña asintió ilusionada, lo que más le gustaba era escuchar a su tita hablar durante horas.
-Pues veras, todo comenzó con dos preguntas que le hice a alguien; y esas dos preguntas fueron...
-¿Por qué escribes? ¿No tienes miedo de que las personas critiquen tus escritos?-La interrumpió la niña que ya se sabía la respuesta de memoria.
-Así es; y esa persona me dijo...

Veinticinco años atrás.

-¿Y tú por qué quieres ser profesora?-Me preguntó Rodrigo.
-Porque me gusta ver el brillo en los ojos de los niños, ese brillo de entendimiento cuando les explico algo sobre matemáticas a mis compañeros y lo comprenden. Ahora contesta tú.
-Para mí escribir es... casi como respirar. Para escribir mis historias, no necesito ser tan listo como tú ni ser imaginativo; solo tengo que tener sueños. ¿Tú nunca has soñado ser cantante, o una bailarina, o ser famosa, o...? Siempre tendremos sueños por vivir en nuestras mentes. Pues yo cojo esos sueños y los convierto en historias.
-Pero... ¿no tienes miedo de que las personas critiquen lo que escribes?
-Yo escribo para transmitir mis sentimientos, no para que la gente juzgue mis sueños. Por eso no me preocupa; solo quiero que mis sueños sean transmitidos...

Actualidad.

-Esas palabras se quedaron en lo más profundo de mi corazón y desde entonces cogía un papel y escribía los sueños que me venían a la mente; pero no fue hasta años después cuando comencé en esta profesión...
-Sigue contando.
-Paula, es hora de que nos vayamos.
-Pero quiero seguir escuchando la historia de la tita. 
-Ya te la contaré otro día.
-Pero...-La niña mira a su tía con ojos de cachorrito.
-No hagas esperar a tus padres.
La niña se despide de su tía con un beso en la mejilla mientras que la madre de esta se despide con la mano.
-Hasta pronto.-Dice la tía y después de cerrar la puerta se va a escribir una nueva historia en su ordenador...
La mujer estuvo durante horas delante del ordenador hasta que despertó del embrujo en el que entraba siempre que escribía.
-Es muy tarde.-Dijo mirando la oscuridad que había tras la ventana.-Espero soñar hoy contigo...-Dijo antes de cerrar los ojos y caer en los brazos del sueño.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Capítulo 1: Mi ángel (él).

El día que te conocí las había pasado canutas por una regañina en el trabajo, y no había querido regresar directamente a casa porque me sentiría solo.
La verdad es que me sorprendiste. Estabas tumbada en el suelo entre la nieve. Parecías un ángel, pero los ángeles no respiran entrecortadamente.
Cuando salimos de la nieve te llevé a mi casa y te acogí; aunque, para ser sincero, lo hice para tener compañía. 
Pasaba los días fuera de casa, trabajando, y cuando llegaba por la noche encontraba la cena hecha y todo el apartamento ordenado. 
La sonrisa que me dedicabas al verme hacía que me sintiera en casa; y que todo el cansancio acumulado por la jornada se fuera. 
Al estar junto a ti me sentía en casa; ya no vivía para trabajar, sino que trabajaba para vivir, para vivir junto a tu sonrisa.
"Ho... hola..."Me dijiste un día cuando volví de trabajar. Vi como tiritabas de frío.
"Hola. ¿Por qué no has puesto la calefacción si tienes tanto frío?"
"No quería gastar la poca que nos queda; y menos sin ti."
Nos queda. Lo habías dicho en plural. Sentí que sonaba muy bien.
Puse la calefacción y cenamos viendo la tele. Antes de irte a dormir me dirigiste una sonrisa que hizo latir mi corazón.
"Mañana tengamos una cita." Dije sin darte opción a negarte.
Mi corazón ya no podía negar lo que sentía por tí.
Te estabas convirtiendo en mi ángel.

martes, 19 de marzo de 2013

Prólogo.

Ese día, mientras la nieve empezaba a caer fue nuestro comienzo. 
Lo recuerdo como si fuera ayer, aunque ya hayan pasado más de veinte años.
Andaba sin saber a dónde dirigirme. Recuerdo que me sentía vacía, sola, no tenía a nadie.
Me caí y pensé quedarme allí; ¿a quíen le importaría un cadaver más en esas terribles navidades? Nadie se enteraría de mi muerte.
Estuve allí durante... no sé cuanto tiempo; solo recuerdo que estuve en blanco hasta que apareciste.
"¿Qué haces aquí?" Me preguntaste sorprendido de encontrarme casi escondida en la nieve.
"Esperar mi muerte." Te respondí, aunque no recuerdo haber movido la boca.
"¿Por qué?" Te tumbaste a mi lado.
"La vida no es para mí."
"Yo también llevo un mal día."
Nos quedamos en silencio hasta que te levantaste.
"¿Vienes?" Me preguntaste.
"No, este es mi final."
"Pues que sea nuestro comienzo."
Esas palabras me traspasaron y por primera vez te miré a los ojos. Eras sincero.
No sé que fuerza hizo que me agarrara a tu mano, pero se lo agradezco. Ahora no quiero soltarme.

lunes, 18 de marzo de 2013

Capítulo 3: Aciano.

A excepción de la visita que hizo a la tienda de la anciana, Marta hizo lo mismo de siempre durante el fin de semana. Se dedicó ha hacer los deberes, a leer, ver la tele y jugar a Pokémon, aunque esto último no lo admitiría ante nadie.
Esperó impaciente a que llegara el lunes para contarle a sus amigas que sospechaba que ese "admirador" suyo era más bien un "acosador" y que le había vuelto a enviar una flor; y en cuanto las encontró ese día lo hizo.
-¡Eso significa que realmente le gustas!-Dijo Ana.
-Es muy romántico.-Apuntó Marsela.-Que te envíe mensajes por medio de las flores... Ojalá me pasara a mí.
-¿Qué romántico? ¿Os dais cuenta de que hay alguien que me está vigilando y sabe mis horarios?
Marta no se dejaba llevar por la idea por que, quisiera o no, era la más lógica del grupo. Siempre tenía que haber pruebas científicas que demostrasen que algo era cierto. La chica no consiguió que sus amigas comprendiesen su punto de vista.
Esa tarde tuvo un partido de tenis y lo ganó. 
-Yes.-Dijo después de estrecharle la mano a su rival, evitando que ésta la escuchara.
Cuando se dirigió a guardar su raqueta en la funda encontró otra flor:

Que volvía a estar acompañada de otra nota:

Hoy estabas muy seria. Estás más guapa cuando sonríes.


Perfecto, ahora hasta sabe que juego al tenis. ¿Mamá no lo estás impidiendo porque sabes que no es malo? Preguntó mientras miraba a la luna que ya iluminaba el cielo.
Marta siempre había pensado que su madre se convertía en la luna por la noche e iluminaba su camino a casa. Tal vez fuera porque no había podido crear ninguna imagen suya, y su padre tenía sus fotos escondidas bajo llave.
La chica olió la flor y no pudo reprimir una sonrisa al releer la nota.
-Si tu lo dices...-murmuró mientras guardaba la raqueta y se ponía la sudadera roja que se había quitado porque tenía calor.
Mientras volvía a su casa se puso a escuchar música con una sonrisa.
Caminó en silencio mientras las sombras la ocultaban y protegían. Siguió sonriendo e imaginando cómo sería el chico de las flores. 
Solo esa noche se permitiría ser algo que nunca pensó ser, una chica imaginaria, una romántica, y no una científica...


domingo, 17 de marzo de 2013

Capítulo 2: Guisante de olor.

Para mi fiesta me vestí con un vestido largo de color azul oscuro. Y como Ana llegó mucho antes de tiempo la dejé que me hiciera tirabuzones como mi plancha.
La fiesta fue... perfecta, me divertí mucho y reí tanto que acabé con dolor de barriga. La celebramos en el jardín de la casa y vimos algunas luciérnagas. Vinieron mis amigos además de mi tito Jose, que nunca se había casado.
Al levantarme a la mañana siguiente y abrir la puerta para mirar si teníamos correo me encontré con una flor delante de la puerta.

Y ésta iba acompañada de una nota: 

Anoche estabas espectacular, muy bella; aunque no necesitas maquillaje para serlo y 
deberías saberlo. Incluso ahora, despeinada y medio dormida eres bella.

Me sorprendí por la última parte. ¿Hay alguien que me vigila? No me gustaba nada que me vigilaran y menos sin saber quién era.
Entré en casa corriendo y coloqué la flor en el jarrón junto a las del día anterior.
Empecé a hacer una lista de las personas que me había podido ver la noche anterior y otra con las personas que podían saber que lo primero que hacía cada día era mirar si había correo.
No había nombres en común. Mamá, tú sabes quién es ¿verdad? Protégeme por favor. Pensé con un miedo que crecía por sentirme vigilada, aunque lo oculté cuando mi padre bajó a desayunar.
-Buenos días.-Le dije mientras me echaba leche en un tazón.
-Buenos días.-Dijo para luego bostezar.-¿Qué vas a hacer hoy?
-Pues había pensado ver una película contigo antes de ir ha hacer los deberes.
-Buen plan, me apunto.
Nos sentamos en el sofá y nos pusimos a ver "Troya". Era el regalo que me había hecho Marsela, porque sabía que era mi película favorita; pero yo no la había encontrado en ningún lugar.

Cuando la película terminó papá se fue a la oficina porque se le habían olvidado unos papeles mientras que yo subí a mi habitación y me puse ha hacer inglés, pero no conseguí concentrarme. Solo dejé de pensar en el "acosador secreto", no "admirador secreto", cuando me puse ha hacer matemáticas.
-¡Ya está bien!-Le grité a mi libro de física cuando llegué al punto de no conseguir ni concentrarme en las palabras que había delante de mí.
Me cambié rápidamente y me dirigí a la tienda del día anterior con la flor en mano. La anciana estaba detrás del mostrador.
-Veo que has vuelto.-Me dijo con una sonrisa en la cara.
-Así es, quería preguntarle que significado tiene esta flor.
-Es un Guisante de olor.-Me dijo nada más verla.- Quiere decir que eres la elegancia pura.
Me sorprendí al escuchar sus palabras. 
-Parece que tu novio te aprecia mucho, tanto como para utilizar las flores para expresar sus sentimientos.
-Ahhh...-Me quedé sin palabras.
-Sin palabras ¿eh?-Dijo un señor que había entrado en la tienda con un gran ramo de flores.-Yo también conquisté a esta preciosidad por medio de las flores.-Dijo mientras le entrega las flores a la anciana.
-Oh Rob.-Dijo la mujer oliendo las flores.-No tenías que molestarte.
-Solo así puedo expresarte lo que te quiero.
Los miré a uno y a otro, y ellos me miraron a mí. Estaba apunto de irme cuando se me ocurrió una pregunta estúpida.
-Ustedes son... ¿novios?
Los dos se echaron a reír.
-Oh no.-Me quedé perpleja ante tal respuesta hasta que:-Él es mi marido.
-Ahhh...-Esbocé una sonrisa y mientras me sentía como una estúpida.-Perdón, he de irme.
Al salir por la puerta me choqué con alguien, no le vi la cara tan solo me disculpé y me alejé andando lo más rápido posible.
Me sentía una estúpida y presentía que los mensajes del "acosador-admirador secreto" solo acababan de empezar, aunque no sabía cómo acabarían las cosas al final.
No importa, aún me queda mucho tiempo para averiguarlo ¿verdad mamá? 


Capítulo 1: Rosas rojas.

-¡Delia! ¡Delia vuelve! No, no por favor.-Gritaba en esos momentos un hombre en una sala del hospital.-Vuelve, no me puedes dejar. Así no.-Las lágrimas que tanto tiempo había retenido por fin caían por sus mejillas.
El hombre llevaba días sin ducharse. Su vida había cambiado completamente en tan solo unos meses, desde que su mujer había sido afectada por un extraño gas que le había provocado la muerte.
-Lo siento.-Le dijo en ese momento su hermano mientras le colocaba una mano en el hombro.
Los dos siguieron en la misma posición durante un buen rato. El viudo, Daniel, sentado, llorando por la muerte de su primer amor; el hermano Jose, de pie,  llorando en silencio por la mujer a la que secretamente había amado desde hace mucho tiempo atrás.
Ninguno de los dos sabrían decir cuanto tiempo pasó, tampoco les importó.
Cuando la enfermera llegó se les presentó un destino que empezaría siendo muy difícil...

---16 años después---

-Papá me voy.-Gritó la chica pelirroja que cumplía 16 ese día. Era el único recuerdo que Daniel tenía de su madre.
-Ve con mucho cuidado.-Le dijo como todas las mañanas mientras le daba un beso en la frente.-Y vuelve pronto a casa.
-Vale.-La chica esbozó la misma sonrisa que había enamorado a Daniel a sus dieciséis.
-Y Marta...-La chica dejó la puerta de la calle entre abierta para mirar a su padre.-Te quiero.
-Yo también papa.-Le lanzó un beso y salió por la puerta.
Marta se encaminó al instituto al igual que todos los días, aunque se sentía más feliz que de costumbre, tal vez porque era su cumpleaños.
¿Qué tal estás mamá? Pensó mientras andaba. ¿Sabes que día es hoy? Hoy es mi cumple, ya tengo 16 años.
Una sombra de tristeza cruzó por su cara. Se sentía culpable por la muerte de su madre, la cual había muerto al darle a luz.
Ojalá estuvieras aquí. Fue su último pensamiento antes de entrar en el instituto.
-Hola Marta.-La saludó Ana.
-Hola.-Le dedicó una sonrisa mientras se acercaba a ella.
-¿Hiciste física?
-Sí.
-Yo no la entendía.-Ana estaba nerviosa mientras hablaba.
-Era muy fácil, vamos adentro y te la explico.
-No, aún no tengo ganas de entrar.-Ana entretuvo a Marta en la puerta durante cinco minutos hasta que llegó Marsela hasta ellas, venía del interior.
-¿Qué hacéis todavía aquí? Vamos rápido que las clases están apunto de empezar.
Al entrar en la clase Marta vio como todos sus compañeros la felicitaban mientras que en la pantalla táctil se veía escrito:
¡Felicidades!


Junto a un dibujo de ,lo que dedujo que era, ella jugando al tenis. 
-Muchas gracias chicos.-Dijo y miró a su tutora al hacerlo...

Cinco minutos después de que empezara la clase la puerta se abrió la puerta y por ella entró Paco, el chico problemático de la clase y se sentó en el único asiento libre al final de la clase, su asiento habitual.
Las primeras clases pasaron muy rápido y para cuando Marta quiso darse cuenta ya estaban en el recreo.
-¿Eres Marta Ramirez?-Le preguntó un chaval de primero que llevaba un ramo de rosas rojas en las manos.
-Eh... sí.-Contestó la chica extrañada.
-Me han dicho que te las dé.-Dijo el chico entregándole las flores.
-¿Quién?
-Me ha dicho que no lo diga.-Después el chico se alejó.
-¿De quién serán?-Se preguntó Marta en voz alta.-No habréis sido vosotras ¿verdad?-Miró a sus dos amigas sospechando de ellas.
-No, no tenemos tanto dinero como para comprarte un ramo tan preparado.-Contesta Ana a la defensiva.
Y era cierto lo que decía, a las amigas de Marta les gustaba estar bien vestidas para cada ocasión y tenían una loca obsesión por ir siempre a la moda (cosa que Marta no compartía con ellas), por lo que no habrían conseguido ahorrar el dinero suficiente para comprarle esas flores y el regalo que cada una le daría en su fiesta de cumpleaños.
-Tal vez son de una admirador secreto.-Dijo Marsela, que era la más soñadora del grupo.
-No puede ser, ¿yo teniendo un admirador secreto? Imposible.-La chica desestimó la idea rápidamente.
-Yo no diría que es tan imposible.-Dijo Ana cogiendo una nota que llevaban las flores.-"Espero que no sienta que es descortés no decirle quién soy, pero me gustaría enamorarla antes de que lo descubra."-Leyó la nota en voz alta.
-Con que no podía ser de un admirador secreto.
-Seguro que es solo una broma de alguien.-Dijo la chica intentando que sus mejillas no se ruborizaran.
-¡Pero tómatelo como una aventura! Tienes dieciséis años y todavía no has tenido ningún novio.-Le recordó Ana.
-Y además es un misterio que espera que lo resuelvas.-Añadió Marsela que sabía cuanto le gustaban los misterios a Marta.
-Está bien, no me lo tomaré como una broma.-Dijo y la sirena del recreo sonó.
La gente se le quedó mirando durante las tres horas que quedaban de clase...

Marta se despidió de sus amigas diciéndoles que las vería en su "fiesta sorpresa" y después se dirigió a su casa aún pensado en las flores que había recibido.
¿Me estás viendo mamá? Parece que soy una rompe-corazones. Sonrió ante la idea y antes de llegar a su casa se pasó por una tienda a comprar un jarrón para las flores que llevaba encima.
-Unas flores preciosas.-Le dijo la vendedora, una anciana que usaba gafas de pasta.-Tu novio debe de quererte mucho.
-No son de...-Se replanteó lo que iba a decir.-¿Por qué dice eso?
-Esas flores significan que te ama y te respeta.
-Sabe mucho de flores.
-Por supuesto, las flores son algo maravilloso que nos da la naturaleza. Ven aquí siempre que quieras saber el significado de una flor.
-Así lo haré.
Marta salió de la tienda con el jarrón, las flores y la certeza de que algo en su vida iba a cambiar desde el comienzo de sus dieciséis años.


           


Prólogo.


Nuestra historia empezó como otra cualquiera, nos conocimos y al poco tiempo nos enamoramos. 
Nuestro primer beso fue bajo unas sabanas en mi casa. 
¿Lo recuerdas? 
Había invitado a unos amigos tuyos a ver una película con la ilusión de que tú vinieras con ellos y no me decepcionaste. Llegaste con una sonrisa dibujada en la cara. A mitad de la película me escondí bajo las sábanas y tú me copiaste; nos miramos a los ojos y de repente me besaste. 
Al sacar la cabeza me ruboricé al ver como nos miraban.
Parece que ya hayan pasado seis años desde entonces...

Capítulo 1: El principio del fin.

Allí me encontraba; justo delante de las puertas de mi nuevo internado. Tenía un aspecto tétrico. Puertas negras, paredes desconchadas, lleno de árboles y plantas muertas,...
Seguro que no me gustaba.
Cogí aire y me dí fuerzas. "¡Allá voy!" me dije y abrí la cancela que daba al principio del fin, el internado.
En cuanto abrí la puerta del internado un conserje, de unos treinta años, se me acercó.
-¿Necesita ayuda?- me preguntó.
-Sí, soy la nueva-respondí muy seria.
-Por favor sígame.
El conserje se dirigió hacia el pasillo de la izquierda y entró por la puerta que había al fondo. Allí se encontraba un escritorio de caoba y justo detrás había una mujer sentada en un sillón negro.
-¿Qué ocurre Estefan?-Preguntó la mujer levantando la vista de unos papeles que estaba leyendo.
-Es la nueva alumna-dijo señalándome con la cabeza; después salió de la habitación mientras me dejaba a solas con, la que supuse que era, la directora.
-Así que eres la nueva.-La mujer se levantó lo que provocó que su pelo moreno se moviera.
-Sí señora.-Asentí temerosa.
Esa mujer me daba miedo, aunque no seguía saber porqué. Ésta dio una vuelta a mi alrededor, inspeccionándome. Tal vez se diera de la herida de la nuca que intentaba tapar con mi largo pelo rubio.
Después de estar bajo su atenta mirada durante unos minutos, me hizo salir de su despacho y me llevó a mi nueva habitación.
Iba a compartir la ha compartirla con una chica llamada Raquel. Era alta, con unos preciosos ojos azules y un pelo moreno cortado a la altura de los hombros. La verdad es que me había caído bastante bien; aunque sabía que esa amistad no duraría.
Me tumbé en la cama y volví a recordad mi pueblo, sus preciosos campos y ese aroma a Jazmín que siempre impregnaba mi casa.
"Este lugar acabará matándome." Pensé justo antes de dormirme...

sábado, 16 de marzo de 2013

Mi venganza.

Era noche cerrada cuando salí a la calle con un bidón de gasolina en la mano. No me preocupaba la gente, a esas horas las calles solían estar desiertas.
"Hoy tomaré mi venganza." Sonreía al recordar mi plan. "Hoy pagarás por todos tus crímenes."
Llegué a su casa y vi que había una luz encendida. Estuve un buen rato esperando a que ésta se apagase; para cuando lo hizo ya eran las cuatro de la madrugada.
"He de darme prisa." Pensé mientras forzaba la cerradura de la puerta principal.
Subí poco a poco los escalones disfrutando de la adrenalina que inundaba mi cuerpo.
"He esperado durante mucho tiempo para esto." Llegué al piso superior y fue entonces cuando escuché más de una respiración. "¿Pero qué...?" Abrí una de las puertas y descubrí una habitación donde una niña, de unos ocho años, dormía bajo una colcha azul. "¿Desde cuándo tiene él una hija?"
Cerré la puerta intentando no hacer ruido y después me dirigí al dormitorio principal. Allí me encontré al hombre, que tanto había buscado, durmiendo plácidamente, solo.
"¿Cómo es posible que duerma tan plácidamente con tantos crímenes a su espalda?" "Vas a pagar."
Abrí el bidón y empecé a verter toda la gasolina alrededor de su cama. Me sentía bien, suprema, me sentía la ley, la justicia; hasta que recordé a la niña que dormía en la habitación contigua.
"¿Voy a dejarla vivir igual que yo?" "¿Sin un padre que la cuide y le dé amor?" "Pero si lo dejo vivir... ¿No vengaré la muerte de mis padres?"
En ese momento recordé el incidente:

Me desperté entre toses mientras mi habitación se llenaba de humo. Escuchaba voces en el exterior, gritos de desesperación. Poco a poco me quedaba sin aire, la visión se me nublaba y sentí que era mi final. Me desmayé.
Cuando volví en mí me dijeron que mis padres habían muerto y el incendio había sido provocado, pero encontrarían a quien lo había hecho. No lo hicieron. 
Me llevaron a un orfanato. Pasé por muchas casas de acogida, siempre intentaba que fueran de policía o gente capaz de obtener información sobre el incendio donde murieron mis padres.

Volví a la realidad; del bidón seguía cayendo gasolina.
"Debo vengar la muerte de mis padres." Me dijo el lado malo de mi conciencia. "Pero condenarás a esa niña a una vida como la tuya." Me dijo el lado bueno.
"¿Qué vas a hacer?"
Me preguntaron los dos lados.
"No lo sé"
Fue mi respuesta.

FIN

***
Ahora os toca sugerir a vosotros un final, el mejor será el que se quede.
XD ¡¡¡Suerte a todos!!! 

AMOR Y DESTINO

El otro día un profesor nos mandó hacer un trabajo sobre nuestra opinión de este tema; aquí tenéis mi trabajo (espero que entendáis mi punto de vista).
Las palabras así significan que son frases que he encontrado.
Las palabras así significan que son preguntas que me he hecho.

"Los griegos creían que el destino era el deseo de los dioses sobre el universo. Los dioses tenían forma humana y fuerzas de la naturaleza. 
Los griegos pensaban que su vida era una parte de destino(por la voluntad de los dioses) y otra parte era suya. Si iban contra los dioses tendrían un destino negativo; aunque lo aceptaban porque sería la voluntad de los dioses.
Los romanos tenían la idea de que debían ser buenos, pero contando con el destino.

En la actualidad hay mucha gente que piensa que el amor es algo que ya está destinado, pero ¿por qué? Por que todos quieren pensar que su amor fue, es o será algo único que nadie podría haberse imaginado. 
Yo pienso que el amor no es algo destinado, porque si así fuera todos podríamos estar con nuestra "persona destinada" y no amarla. No señores, el amor no está destinado; si quieres encontrarlo tienes que salir en su busca. No te lo servirán en bandeja porque eso sería mucha suerte.
"El amor está en el aire." Se dice, y es cierto; pero solo en algunos casos.
Me pregunto:¿Por qué pensamos que el amor está destinado?
Mi teoría es que la gente piensa así porque tiene mucho miedo a pensar que nunca podrá conocer a alguien a quien pueda amar más que a nada.
"Si el amor es verdadero, el destino nos volverá a juntar."  Esa frase es solo una excusa a la que se recurre cuando no se quiere admitir que esa relación no funcionó, o cuando después de mucho tiempo algunos se reencuentran y se siguen amando como el primer día. ESO NO ES DESTINO, TÚ HAS TENIDO QUE HACER ALGO PARA QUE OCURRA. 
Pienso que la palabra destino la creó el ser humano para poder atribuirle las cosas que no tienen explicación porque en esta vida hay muchas cosas que no se pueden explicar, pero la gente aún se empeña en intentar encontrarle una solución.
"El destino es una creación humana para acomodar sus acciones a lo incierto y no en lo verdadero."  

Nosotros creamos nuestro propio camino o destino (si se quiere llamar así) tomando nuestras decisiones.

Muchas canciones  nos influyen para que pensemos que el amor y el destino están relacionados, como: "Dos hombres y un destino."

Las relaciones de pareja hay que cuidarlas y alimentarlas con amor y confianza, no solo confiárselas al destino. Si una de las personas falla en la relación, ésta no llegará a durar mucho.

¿Qué es más importante: la lealtad, el amor o la confianza?
 Muchos piensan que es el amor, pero no; lo más importante es la confianza. Si en la relación no hay suficiente confianza, ésta se romperá por un simple malentendido.

¿La fatalidad puede arruinar un amor?
El amor durará para siempre si en la relación las dos personas sienten lo mismo. A pesar de todas las cosas malas que ocurran, de todos los desastres que ocurran, de toda la pena que dé; si el amor es lo suficientemente fuerte la relación perdurará.

Una última pregunta que me planteo es: Si pudiéramos saber lo que pasará con una relación, ¿cambiaríamos algo?
Mi respuesta es: Depende; depende de lo que sientas. Si el amor es muy fuerte no lo haríamos; pero si no sientes nada...lo cambiarías sin dudarlo dos veces."

Fin del trabajo.

Prólogo.


Prólogo
No lo sabía, no sabía como mi vida podía cambiar tanto en solo unos minutos; 
pero lo hizo.
Escondí el dolor en mi corazón y no dejé que saliera al exterior, mi vida cambió 
por completo.
Ese día aún no los sabíamos ninguno de los dos, pero nuestras vidas cambiarían 
para siempre.
Solo tú conseguiste que cambiara de nuevo, pero esta vez a mejor. No debería 
haberte dejado hacerlo… 

Un aviso a todos los que leen.

A partir de hoy voy a poner algunos capítulos de las historias que escriba. 
No creo que las termine, porque soy de las que dejan las cosas a medias (un mal hábito que quiero perder); así que por favor no pidáis continuaciones.
¡Por supuesto que podréis comentar que os parecieron los capítulos! XD
Atentamente: Una loca soñadora.