¡Comentad!

Hey chicos, me gustaría que comentaseis porque...
Me gusta saber lo que opináis. Os pensabais que iba a decir lo de: comentad porque un blog se alimenta de los comentarios ¿verdad? :P ¡Pues no!
Ahora enserio, comentad y decidme vuestras opiniones, y así yo me alimentaré de vuestra vitalidad... (Se ríe de forma malvada sin que nadie la mire.)
¡Nos vemos pronto! O Mejor... ¡Me leéis pronto!

sábado, 6 de diciembre de 2014

No soy un juguete: Sinopsis.

A Casandra le acaban de romper el corazón de nuevo tras enterarse de que el chico con el que llevaba un mes y medio chateando por el facebook solo la usaba como placebo mientras que se ganaba la atención de la chica de la que llevaba enamorado un tiempo. ¿Cómo se enteró? Simple, él se lo contó todo y le dijo que ella era la que había creado su propia perspectiva de la situación, y que él no había dicho en ningún momento que quería nada serio; pero da igual, porque para esta soñadora enamorada de la idea de amor no había fronteras entre ellos.
Casandra nada más enterarse de lo de Narci evitó las lágrimas y escribió en su diario un poema para recordarlo. ¿Que pasará con nuestras soñadora de amores? ¿Se recompondrá? ¿Se vengará? ¿Olvidará?


No soy un juguete (nueva historia) introducción.

No soy de tela,
no soy de cartón,
no soy una muñeca
sin corazón.
Si siguen pensando
que conmigo se puede jugar
están muy equivocados
porque no pasaré ni una más.
Tantas veces enamorada
con el corazón roto más
pero ni una sola
podré olvidar.
Pensaron que me vencerían
pensaron que me convencerían
de olvidarme todo
para volver a empezar.
Lástima que no sea fácil
hacerme olvidar
pues ni una fecha
se me ha pasado jamás.
No quieren quedar mal
ni quieren hacer daño
lástima que no les crea
ni una vez al año.
Cuando quiero escuchar
tales patrañas como las suyas
me pongo el telediario
para escucharlo.
Vuélvanme a repetir
el “no es por ti es por mi”
para yo poder decir

que ya se pueden ir.

sábado, 27 de septiembre de 2014

2

Todas esas veces en las que pensé que me había enamorado se quedaron en solo una ilusión, pues hasta que no te conocí no supe lo que de verdad era amor. 
Puede que la fastidiara, puede que fuera una gilipollas y que nunca más quieras volver a hablarme, pero no me arrepiento de haber llegado a conocer una milésima parte de ti.
Sin ti seguiría siendo esa chica temerosa de muchas cosas a la que no le importa quedarse atrás apartada. Es debido a ti que ahora puedo alzar mi voz y decir: Aquí estoy yo. 
Muchas gracias Prehistórico. 

1

"Y si al final de tu vida no tienes momentos que nunca jamás quieras olvidar, lugares que dependen más de una persona que del momento y sueños que no quieras abandonar; puedo decirte que eso a lo que tu llamas vida yo lo llamo desolación."

miércoles, 2 de julio de 2014

Capitulo 1: Me saca de mis casillas.

Ese día iba con prisa, tenía unas pintas de loca y, lo más importante, estaba de una mala leche increíble.
Mi padre me había regañado la noche anterior por quedarme hasta muy tarde en el ordenador y por esa misma razón ese día no me había despertado. Por lo que el día más importante, de lo que podría llamarse, mi vida como estudiante llegaba tarde, sin siquiera haberme pasado el peine por el pelo, con un aliento de espanto que intentaba repeler con un caramelo de menta y, sobre todo, sudando como tanto odiaba.
Pues a esto que decido que no llego al instituto a tiempo a no ser que coja el bus y justo me pasa el que debería llevarme. Acelero y lo veo pararse en la parada; entonces pienso: "¡Por fin algo de suerte hoy!"
Estoy a punto de llegar a la parada y el autobús se pone en marcha. "¡¡¡¡Nooo!!!! ¡Vuelve!" Golpeo el bus y un chico con cascos se vuelve a girarme. Le hago señas mientras corro para que pare el bus. Me sonríe y niega con la cabeza.
Ajá. Niega con la cabeza...
Y así, señores y señoras, llegué tarde mi primer día en el bachiller, en un instituto nuevo. "¡Maldito idiota del bus!"
Pero lo peor no fue llegar tarde, lo peor fue llegar con pelos de loca, un aliento para nada mejorado, sudando como si fuera Nadal en uno de sus partidos, jadeando de tal forma que sabía si conseguiría volver a respirar normal, y roja como un tomate.
Y aún no he llegado a lo peor de todo el día. Porque, aunque suene típico, cuando entré en clase me hice notar... porque me caí de rodillas ya sin fuerzas.
Os prometo que quise matarme allí mismo, pero eso no era propio de mí. Nada de rendirse por más mala que sea la situación, así que saqué fuerzas de la vergüenza que estaba sintiendo con la risa de todos mis nuevos compañeros y me fui a sentar al único asiento que quedaba libre (en primera fila). Saqué una libreta y un bolígrafo y garabateé durante todo el tiempo que estuvimos ese día allí.
A la vuelta decidí coger el bus, porque no tenía ganas de ir andando a ninguna parte. ¿A que no sabéis a quién me encontré? Sí, al imbécil que no había parado el bus. Y como ese día no me podía salir nada peor me dirigí hacia él.
-Eres un imbécil tío, ¿tanto te costaba decirle a conductor que parase el bus esta mañana? ¿Tal vez tienes que pagar 1000 euros por cada buena acción que hagas? Dime que es eso, porque si no te aseguro que no respondo de mí.
-Primero hola. Segundo sí, si me costaba. Tercero nunca sería tan idiota como para pagar tanto por ayudar a cualquiera. Cuarto no veo por qué debo de ayudar a alguien sin que me beneficie de ningún modo. Quinto la próxima vez que me llames imbécil no pienso ser tan amable.
-¿Amable? ¿Tú? Creo que deberías darle un repaso al diccionario, porque parece que aún no tienes ni los conocimientos de un niño de cinco años. Al menos el crío si habría intentado ayudar, y no sería tan...- me lo pensé bien- borde y cabrito como tú.- El autobús paró, aún quedaba un buen trecho para llegar a mi casa.-Espero no volver a encontrarme con un imbécil como tú en mi vida.
Y aunque mi naturaleza no es muy violenta, se dí un bofetazo; y después salí por las puertas del bus justo cuando se empezaban a reír. Esta vez, fue mi turno de mirarle con una sonrisa de suficiencia mientras se marchaba en el bus aún sorprendido de lo que había hecho.
Esperé hasta que llegó el siguiente bus y me subí, el perder un euro y treinta céntimos por el bus me supo muy bien. Lo primero que hice al llegar a casa fue meter el ticket del bus en el que le había cantado las cuarenta al "yo sobre todos" en mi caja de cosas importantes.
Me sentía todopoderosa, era la primera vez que me hacía oír sobre alguien y me gustaba la sensación...
O por lo menos, me gustó hasta que llegó el día siguiente y lo volví a ver en el bus.
Al subir evité mirarle mucho, pero me sonreía con superioridad, y además vino a ponerse a mi lado, por lo que, al encontrarme en un pequeño hueco que había al lado de la puerta de salida, me quedé aprisionada a su lado...

sábado, 14 de junio de 2014

Aviso para todos

Nunca seáis lo suficiente gilipollas para ir y decirle a alguien que lleva 2-3 semanas avisándoos de que quiere que vayáis a una fiesta con él/ella de gastarle una broma como diciéndole: "Puede que vaya a X sitio de fiesta con mis amigos, los de mi edad."
Justamente la noche de antes, porque eso no le hará ni puñetera gracia!!! Se enfadará y puede que os mande a la piiii* mierda, así que ni se os ocurra intentarlo. Y menos cuando le decíais que posiblemente no pudierais ir porque teníais X compromiso.
Sed claros, y si no queréis ir se lo decís a la cara; molesta menos decirle: "Mira, yo a esa fiesta no quiero ir; puede que a otra."
Posiblemente eso lo entienda y no se enfade.
Mi ejemplo:
Llevo diciéndole a un amigo mio al que quiero mucho que se venga a una fiesta conmigo desde hace dos semanas. Que se haga un hueco que me lo llevo arrastras aunque sea. Me ha dicho que no sabía que podía porque esta en la banda de nuestro pueblo y tenían ensayo; que a lo mejor duraba hasta cuatro horas; en esa posición no le voy a obligar a venirse.
Pues bien, le pregunté anoche que si ya sabía si podría venir... y no se le ocurrió nada mejor que responder:
"No sé. Puede que me vaya a X (un lugar donde hay fiestas) y no esté."
He estado a punto de mandarle a la puta mierda al leer el mensaje porque me ha jodido mucho. Dice que es broma pero...  ahora se la está cargando!!! No va a conseguir que me olvide de esto sin que haga nada al respecto.

Así que ya sabéis ni se os ocurra hacerle eso a nadie, porque os la podéis acabar cargando.

Hasta pronto con más lecciones o historias! 

lunes, 28 de abril de 2014

Quiero más de lo que puedo tener

Nunca, nunca, nunca, pensé que llegaría a sentir... ¿esto? por ti. Pero... creo que lo siento. Me alegra el día el simple hecho de hablar contigo; pero... poco a poco creo que voy notando que quiero más.
Sep, quiero más de ti, más de lo que tú podrías imaginar. Siento celos de las chicas que pueden salir contigo abiertamente mientras que yo me he tenido que inventar una artimaña (que tampoco es que sea taaan grande) para convencerte de quedar.
Quiero que me VEAS, pero al mismo tiempo tengo miedo de que las cosas cambien ¿era esto amor?
Me gustaría saber qué estas haciendo ahora mismo mientras escribo estas líneas (¿de verdad soy de esas chicas controladoras? -.-"), pero no lo sé.
Una noche fui sincera contigo y te dije bien clarito: "Me vas a acabar poniendo celosa sabes?"
Pero no creo que entendieras el significado completo de la oración. No eran celos por que tu saliste y yo no, te lo puedo asegurar; tampoco porque tu estuvieras bailando (cosa que a mi me gusta muchísimo), nop. Pero no pienso decirte nunca el porqué de mis celos, soy demasiado cagada. Pero desde ese día se seguro que me gustas, porque ¿quién se pondría celosa si en realidad no le gustara el chico en cuestión?
Te puedo asegurar que yo no soy de las que se ponen celosas sin razón....
Para terminar de sincerarme hoy,... tengo ganas de que llegue el sábado y de que no llegue. Es una situación rara... No sé... Es cómo cuando quieres que un examen muy importante llegue para quitártelo de encima y a la vez no quieres porque sientes que aún no estás del todo preparado... Vale, fue una mala comparación pero ahora mismo no se me ocurre ninguna otra...
En definitiva... Could you smile me the next time we meet? So Lovely  PJ?
Menos mal que nunca leerás esto, porque sino no podría ni mirarte a los ojos si yo supiera que lo has leido...
Bueno... We will meet soon!!! I'm so nervious!!!

lunes, 21 de abril de 2014

Creo en ti. Capítulo 1.


Ese día caminaba sin saber a dónde me dirigía, solo quería desaparecer; no estar en ninguna parte.
Parecía que mi mente no me haría caso nunca pues seguía repitiendo ese fatídico instante en el que mi corazón se rompió. 
Mis lágrimas caían por mis mejillas y me impedían ver por donde iba; de repente tropecé y caí al suelo.
No me levanté.
No tenía fuerzas.
Solo hubo alguien que se preocupó de mi caída...

-¿Estás bien?-Me preguntó una voz masculina mientras me ayudaba a incorporarme.
-Sí...-Mi voz sonó ronca.-Gracias.-Dije sin dejar de mirar en ningún momento al suelo. 
El chico me soltó y continué andando en mi trance.
Tras varias calles caminando las lágrimas terminaron por terminarse, y el dolor de mi corazón dejó paso a un creciente dolor en mi rodilla.
Volví a tropezar.
-Hey-escuché pisadas y alguien apareció ante mi a los pocos segundos.-Parece que eres muy torpe ¿eh?-dijo con una sonrisa sarcástica en su cara. Se levantó y me ofreció su mano.
Sin darme cuenta las lágrimas que ya creía inexistentes comenzaron a brotar de nuevo de mis ojos.
-Hey, solo era una broma-el chico se agachó nuevamente junto a mi, sus ojos estaban llenos de preocupación.
Solo este hecho hizo que llorase aún más y, no me enorgullezco de ello, como una cría de 5 años a la que le había roto su muñeca favorita.
-No llores más.-Dijo llevándome a sus brazos.-Una princesa está más hermosa cuando sonríe.-Me susurró mientras me abrazaba fuertemente.
No sé por qué, pero me sentí segura en ese lugar, sentí como si perteneciera ahí. 
-¿Estás mejor?-Me preguntó después de un rato cuando dejé de llorar y temblar.
-Sí, lo siento.-Dije sintiéndome repentinamente vergonzosa, acababa de ser reconfortada por un extraño que de nada conocía.
-No te disculpes.-Dijo con una gran sonrisa mientras me revolvía el pelo. Se levantó y me ofreció una mano.
-Gracias.-Dije aceptando su mano.- Estoy bien, de verdad, muchas gracias.
-Yo no diría tan a la ligera que estás bien.-Dijo mientras miraba a mis piernas, seguí su mirada y vi que mi rodilla estaba sangrando.
-¡Ah! No es nada, no me duele.-Dije y ande para demostrárselo.-Gracias por preocuparte; ahora debería irme. 
-Ah no, no dejaré que la princesa vaya andando herida a casa.-Antes de que me diera cuenta me había cogido en brazos.
-¿A dónde me llevas?-Le grité asustada de que se tratara de un psicópata.
-Voy a curarte la rodilla.-Dijo tranquilamente y, aunque debería haber intentado hacer que me soltado y huir, una parte de mí me dijo que podía confiar en él; decidí confiar en esa parte.
Me agarré a su cuello y dejé que me llevara a donde fuera. Supongo que en algún momento me quedé dormida en sus brazos, pues cuando volví a abrir los ojos lo escuché diciendo:
-Ya estamos.-Susurró las palabras dulcemente en mi oído antes de dejarme recostada en una blandita cama.
-¿Hum?-Bostecé y me estiré para despertarme.-¿Dónde estoy?
-En mi casa.-Dijo el chico mirando mis ojos, calculando mi reacción.
-¿Tu casa?-Miré alrededor. Su casa constaba de una habitación que hacia las veces de dormitorio como de comedor y armario, y otras tres puertas.
Al ver que no salia corriendo como una loca, agitando los brazos y gritando: "Sálvese quien pueda". Se dirigió a una de las puertas y al abrirla vi que se trataba del baño. 
Bien, ahora si tengo que huir sé que es una de las otras dos puertas. El pensamiento cruzó por mi cabeza antes de parecerme ridículo y desaparecer.
El chico volvió con un botiquín de primeros auxilios y le dejé ser cuando empezó a curarme la rodilla.
-Ya está.-Dijo minutos después y me miró con una sonrisa. Me sonrojé al darme cuenta de que le había estado mirando fijamente todo el tiempo; pero, siendo sinceros ¿quién podría resistirse? Tenia una cabellera castaña, unos ojos azules hipnotizantes, piel bronceada y un cuerpo... Su camisa dejaba claro que tenía músculos, pero no estaba tan musculoso como para dar miedo, y su sonrisa... Sí esa que me estaba dirigiendo ahora mismo, hacia que se te cayera la baba. 
-Gracias.-Dije apartando mi mirada y poniéndome en pie. 
-Supongo que debería llevarte ya a casa.-Dijo mi príncipe azul (por lo de sus ojos).
Con esa frase me dí cuenta de que ahora todo había cambiado...
-No.-Dije bruscamente.
-Esta bien, pero al menos te acompañaré un trecho del camino.-Dijo intentado aliviar la incómoda atmósfera que había creado sin querer.
-No,-dije esta vez más suavemente- no puedes llevarme a ninguna parte, porque no tengo ningún lugar en al que ir.-Evité su mirada.
Estuvimos callados unos minutos hasta que él miró a su alrededor y fue a una esquina de la habitación. 
-Está bien, supongo que podrías quedarte aquí durante un tiempo.
La miré extrañada. ¿De verdad iba a dejar que una desconocida a la que no conocía de nada se quedase en su piso?
Sus ojos me lo dijeron todo. Era bienvenida en su casa, me cuidaría.
-¿Por qué..?-Dejé sin terminar la pregunta, pero él entendió.
-No puedo perder a mi princesa nada más encontrarla.-Me dirigió una sonrisa que me derritió. No necesité nada más, asentí en acuerdo.
Tampoco puedo perder a mi príncipe justo después de haber sido rescatada, reconfortada y curada por él. 

Nueva táctica de escritura

Hola gente!
Vale, hoy no os voy a contar ninguna historia; solo os voy a decir lo que haré con algunas entradas a partir de ahora.
Escucharé canciones y cuando alguna me dé alguna idea, la podré en la entrada y después escribiré una pequeña historia; este ejercicio debería ayudarme a poder mejorar mi escritura.
Pues eso.... que eso es todo! hasta la próxima! XD
^-^

viernes, 14 de marzo de 2014

Me miento...

No sé cuando sucedió, no sé ni siquiera cómo sucedió pero... creo que me he enamorado de ti.
No me importa la diferencia de edad; no me importa que vaya a pasar, simplemente soy feliz al hablar contigo.
Contigo puedo ser sincera; me abro a ti y te cuento mis secretos (no los más íntimos porque... bueno, porque no, pero puedo hablar libremente contigo de cualquier tema que se me ocurra).
Es cierto que me he enamorado antes y es cierto que soy muy enamoradiza... o por lo menos lo era; tu ya lo sabes. Pero te puedo prometer que esto no me había pasado antes, este sentimiento de querer verte, preocuparme cada dos por tres por ti, esperar tus respuestas ansiosa y emocionarme aunque solo me digas "Jajaja". Esto... es nuevo para mí.
No creo que nunca llegues a leer esto, por eso me atrevo a escribirlo. Solo quiero decirte que:
"Me gustas"
Pero tengo claro que yo estoy en la categoría de amiga- amiga que te habla mucho.
Aunque quiera ser algo más no pienso decir nada, no pienso estropearlo; porque aunque solo te vea 2 horas a la semana a lo máximo, me emociono. 
Que si te digo que saludes a tus amigos de mi parte, no es porque sea así de sociable y tú lo sabes, es porque me importas y quiero "meterme" un poquitín más en tu vida.
Que cada vez que me pasa algo, aunque sea una tontería pienso primero en ti para contárselo a alguien. Siempre vagas por mi mente, tu recuerdo me persigue!!!(0o0) 
Me gusta no poder predecir tus respuestas; y me gusta que me vayas conociendo poco a poco. ^-^
También me gusta que mi locura te haga reír!!! 
Y... bueno, me gustaría que sintieras algo por mí (que con ayuda de mi locura no sería difícil que pudiera ver algo que no hay después de contarte que ya me han "prometido" con un chico muy majo) aunque sé que eso no sucederá. 
Bueno, me conformo con que me contestes a mis mensajes porque eso significa que te interesas por mí como un amigo (tal y como tú me dijiste).
Pero... no podrá haber nada entre nosotros ¿verdad?
En cierto modo, de esta manera me siento como libre, porque creo que he desarrollado un miedo incomprensible a las relaciones; porque como que te encierran, y después se hacen monótonas... 
No sé, soy rara y punto.